El cigarrillo como herramienta de seducción atrapa a personas de todas las edades, pero ellos no saben que una vez «enganchados», pueden ver afectada su sexualidad y capacidad reproductiva.
Aunque las cosas están cambiando, todavía la gente se sirve del cigarrillo como una forma de potenciar su status y aceptación social, de relajación y control. Esto atrae a muchos jóvenes que una vez que ha empezado, no pueden dejarlo. De herramienta de seducción a factor de riesgo.Entre otros datos que se presentan en las jornadas, se discute sobre el hecho de que el cigarrillo en las mujeres disminuye la excitabilidad, dificultando la lubricación vaginal y retardando el orgasmo. En los hombres reduce el flujo sanguíneo del pene. Pero el cigarrillo no solo afecta a la erección sino que también disminuye el deseo.
Dejar de fumar supone afrontar la decisión de superar la dependencia de la nicotina, la que conlleva implicaciones físicas, psicológicas y sociales. Dejar de fumar implica superar el síndrome de abstinencia y la sensación de duelo que aparece al no utilizar el cigarrillo frente a determinadas emociones negativas o positivas o relaciones sociales . Los malos hábitos están detrás de las disfunciones sexuales en muchos casos, por ejemplo fumar puede incrementar en un 60% las posibilidades de sufrir disfunción eréctil. El tiempo que se ha consumido cigarrillo afectará en mayor o menor medida a la posibilidad de recuperar totalmente el vigor sexual .
El consumir cigarrillo no solo el problema de erección también hay otros efectos tales como:
– -Erección matutina.
-Problemas respiratorios.
– Infertilidad
– Rebaja el apetito sexual.
– Mala circulación, entre otros.
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